En el texto original titulado"Cómo se debe elaborar y servir la cerveza en verano e invierno en el campo", se establecía que la cerveza sólo podía ser elaborada con tres ingredientes: cebada, lúpulo y agua. El texto se ha revisado a lo largo del tiempo para introducir mejoras, generalmente relacionadas con nuevas técnicas o avances científicos aprovechados para la elaboración de la cerveza.
Es significativa la revisión que tuvo lugar más tarde debido a que originalmente el texto no indicaba que la cebada debía ser malteada. Con el descubrimiento del papel de la levadura en la fermentación del mosto, se incluyó este ingrediente en el siglo XIX.
En la actualidad los ingredientes que hacen que una cerveza pueda considerarse bajo la Ley de Pureza de la cerveza alemana son: cebada, lúpulo, levadura y agua.
Algunos expertos ven en la Ley de Pureza de 1516 un intento por parte de la nobleza bávara de garantizar la calidad de la cerveza y evitar adulteraciones que eran bastante frecuentes en la época. También se trataria de evitar el uso de ingredientes diferentes al lúpulo para favorecer la conservación de la cerveza, que en algunos casos como el beleño, era muy tóxico.
Otros, sin embargo, ven en esta Ley una razón económica, para evitar que el trigo (de mayor precio que la cebada) se utilizase para elaborar cerveza y su destino fuese el de hacer pan, en una época de escasez de alimentos.
La Ley de Pureza de la cerveza es la legislación alimentaria válida más antigua del mundo.
Con toda esta tradición en la elaboración y protección de la cerveza, esta semana y especialmente el 23 de abril debemos hacer un esfuerzo para conocer mejor las cervezas alemanas.
Nosotros te ayudamos a encontrarlas en Boadilla del Monte, para que no te queden excusas (ver sección Especiales en el Menú principal), aunque estamos seguros que nos lo agradecerás.